En una entrevista con Jeremy Paxman, periodista de la BBC, pone en aprietos al presidente de Coca-Cola Europa, James Quincey. Tuvo que responder preguntas sobres las peligrosas cantidades de azúcar que tiene la Coca-Cola y su rol en contribuir al problema mundial de la obesidad.
Ingrediente secreto de Coca-Cola
El periodista cuestionó también si Coca-Cola y otras gaseosas no están operando como las tabacaleras que hace unos años intentaron convencer a las personas de fumar “light” para menguar la mala publicidad que reciben. Quincey señaló que su empresa quiere dar esta información y no ocultarla, para que las personas puedan tomar las decisiones que quieran. Paxman lo cuestionó diciendo que si bien las latas de Coca-Cola tienen esta información en letras pequeñas, todas sus campañas o publicidad omiten cualquier indicación a esa información.
Los refrescos son un factor clave de la obesidad
El staff de la BBC analizó la cantidad de azúcar que tenían las bebidas de Coca-Cola que se venden en los cines. El vaso mediano tiene 23 cucharadas de té (equivalente a un pequeño sobre) y el grande 44, cantidades que presentan verdaderos riesgos para la salud. Una lata normal tiene 6 cucharadas de azúcar.
Según el Instituto Nacional de Diabéticos y Enfermedades Digestivas y Renales, más de dos tercios de todos los estadounidenses eran obesos en 2017. Este número subraya algo que los expertos en salud pública conocen desde hace un tiempo: Estados Unidos está en las garras de una epidemia de obesidad . Pero, ¿qué está impulsando esta crisis? Bueno, hay múltiples factores, pero uno de los culpables es claro: los refrescos.
Alrededor de dos tercios de los niños estadounidenses consumen al menos un refresco al día, mientras que un tercero bebe al menos dos. Esta es una mala noticia para su salud; un estudio de 2009 publicado en el American Journal of Clinical Nutrition encontró que beber una lata de refresco por día aumentaba el riesgo de ataque cardíaco en un 20 por ciento. Mientras tanto, el Centro para el Control de Enfermedades vincula el consumo excesivo de refrescos con la diabetes tipo 2, la enfermedad renal, la enfermedad hepática y el asma.
Manipulan la opinión pública y la ley para evadir la responsabilidad
A pesar de toda esta evidencia, la Asociación Estadounidense de Bebidas, ABA para abreviar, se niega a admitir que sus productos representan un riesgo para la salud. En cambio, la asociación comercial aboga por el ejercicio, que es demostrablemente menos eficaz como herramienta para bajar de peso que una dieta saludable. Coca-Cola, uno de los miembros de ABA, incluso ha introducido una aplicación de conteo de calorías llamada “Work It Out”, diseñada para ayudar a la compañía a vender sus rangos de bajas calorías, incluidas Diet Coke y Coke Zero. Irónicamente, los llamados “refrescos dietéticos” son tan peligrosos y engordan como los refrescos normales.
Estas medidas son parte de una guerra total contra los esfuerzos de las autoridades de salud pública para cambiar el comportamiento de los consumidores y advertirles de los peligros de las bebidas azucaradas.
Otro es la Asociación del Azúcar. Como su aliado, la ABA, difunde activamente la propaganda de la industria alimentaria e intenta manipular a los políticos haciendo grandes donaciones a sus campañas. Estos esfuerzos tienen una gran influencia en la política gubernamental. Desde 2009, por ejemplo, Coca-Cola, PepsiCo y la ABA han gastado 67 millones de dólares en esfuerzos para evitar la introducción de un impuesto sobre el azúcar y advertencias sanitarias en sus productos.
Aún más preocupante, estas asociaciones son tan influyentes que las agencias gubernamentales las utilizan como consultores de políticas. ¡Los Departamentos de Salud y Servicios Humanos, por ejemplo, tomaron consejos de la ABA cuando emitió pautas dietéticas!
https://muhimu.es/salud/experimentos-coca-cola/?fbclid=IwAR316CFY2tBPhAcD7CsaBa2rGwvGK9bBo3haVdB1BOfgJtfuKrR9j_uqWMA
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